Este sábado celebramos el 4º cumpleaños de mi primo pequeño y, como no, le hice su pastel de cumple. La verdad, muy satisfecha, contenta y orgullosa de mi trabajo, pero he tardado tooooda una semana en hacerlo. A bizcocho por día, hice tres, y el último dia a montarlo todo. He de decir que, a pesar del curro, lo hice de muy buena gana.
Usé la típica receta de bizcocho de yogur, no creo que tenga que recordarla que el que más o el que menos ya la sabe. Es el típico desayuno que toda madre, abuela o tía hace los fines de semana, solo que sustituyo el limón por esencia de vainilla y le añado leche, para que quede más esponjoso.
Dentro, donde está la cuestión de la mandanga, relleno de frosting de mascarpone (o frozen, como dice un amigo) y mermelada de fresa. Ahí, todo bien remojadito.
Cobertura de chocolate, que, en mi opinión, en el pastel de un niño nunca puede faltar este ingrediente.
Y para coronar, y para ser originales, que no están de moda ni ningún niño los conoce, hoja de azúcar de "LA PATRULLA CANINA".
La verdad es que no sé si a los amiguitos de mi primo y a sus padres les gustó, pero a mi me parece que estaba de vício.
Sobró mucho, esos sí, y yo me sé de una que se va a poner morada de pastel miestras le dure...
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