15 de septiembre de 2016

TRAPILLO

Mi experiencia con el trapillo, al igual que con el ganchillo, es corta. Nadie me creía cuando les decía que era una negada con el tema, les resultaba imposible creer que alguien no fuera capaz de aprender y se empeñaban en enseñarme. A la hora de estar intentándolo desistían y me decían que tenía razón, que era una negada para el ganchillo.


Pero antes de rendirme quise probar con el XL y el trapillo así que, manos a la obra, pude completar algunas cosas con más o menos éxito. A día de hoy he dejado el ganchillo de lado, aunque no descarto volver a intentarlo, pero el trapillo tiene múltiples aplicaciones y todavía puedo sacarle partido a todo lo que me queda por casa.


¿Por qué no empezar por algo sencillo?, os preguntaréis. Pues eso mismo digo yo... Pero mi primera experiencia con el ganchillo XL fue una alfombra redonda, con la que empecé siguiendo un tutorial y, unas vueltas más tarde, me envalentoné y fui inventando sobre la marcha.


El resultado no es del todo malo. De hecho todavía la tengo a los pies de la cama y va muy bien. Pero no os recomiendo seguir el tutorial que, inconsciente de mí, colgué en su día. Ahora, si alguien lo sigue y le queda bien, por favor, que me lo diga.


Una tarde de verano, queriendo hacer una cesta para los juguetes de mi chiky, que venía en camino, empecé a tejer y la cosa cambió de tal modo que acabé haciendo un bolso, también redondo. Un gigantesco bolso de trapillo que vacío pesaba lo que no está escrito así que lleno no quería ni imaginarlo.

 

La cuestión es que le hice cuatro fotos, lo colgué en el blog y lo deshice. Mis cervicales y mi espalda no estaban preparadas para él y seguro que tarde o temprano me lo agradecerían.


A la tarde siguiente, con el mismo trapillo del bolso monstruoso del día antes, tejí un búho sujeta puertas. Pues no llevaba tiempo queriendo algo así para la puerta de mi habitación que, no sé por qué, se cierra sola y a veces da mal rollete.


Muy contenta de mi buhito, ahí lo tengo, cumpliendo con su deber de sujetar la puerta para que no se cierre. Pero como se me ocurrió llenarlo de piedras, pues también pesa lo suyo...


Ya, ya sé que no es de ganchillo ni de trapillo lo que os enseño ahora, pero es que no sabía dónde ponerlo y es digno de mención. La chaqueta para bebé a dos agujas que hice siguiendo un tutorial. La chaquetita original, de Creativa Atelier, es una monada y pensé hacerla para mi sobrina, que entonces tenía poco menos de un año. Me imaginé lo mona que estaría con ella y lo que le gustaría a la madre de la criatura.


Viendo el resultado... Mejor que me dedique a otra cosa, que es lo que estoy haciendo. Porque aunque la intención era buena, el resultado fue catastrófico, pero reírme me reí un rato largo. Y todavía lo hago cuando veo las fotos.


Pues bien, mi tercer recopilatorio y ya quedan menos. Paralelamente a esto, estoy mejorando el blog y creando nuevos post para mi nueva andadura que pronto os mostraré, pero darme tiempo, que esto es más complicado de lo que esperaba, aunque lo conseguiré.

Compartamos y disfrutemos juntos.

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